“La historia es muy sufrida y se presta a la utilización que convenga”, me decía hace un par de días mi amigo Pep Izquierdo. Creo que nos contamos historias ante las incertidumbres del presente y cierto miedo al futuro. En la anotación de abajo ya hay algo de eso y en la que pongo ahora, también. Xavier Bru de Sala escribe sobre el paso de la República al Imperio en la antigua Roma para temer el fin de la democracia que conocemos. La historia sufre, sí, pero creo que hay que seguir contando historias. ¿O qué hacemos, Pep?
Peligro y democracia.
2002-08-12 01:08 Contar historias “pa’ que aprendan” obviamente. La historia sólo sufre si nos creemos que las cosas sucedieron en el pasado tal y cómo, y para lo que, nosotros las queremos ahora. Pero no olvidemos tampoco que tras la caída de los grandes referentes morales, teológicos o filosóficos, la historia se nos antoja una “edad de oro” referencial deudora más de nuestras carencias que de sus virtudes, y no exenta de una aura predictiva (¡Ya ha sucedido ántes!)que me provoca sensaciones próximas a la escatología. Como ten que ser.