Los zocos de la belleza, bonito artículo de Hilario J. Rodríguez sobre lo kitsch: «Muchas de las cosas que nos rodean son kitsch y las definimos como tales aunque no sepamos exactamente qué queremos decir. A veces nuestra incapacidad se debe a la relación íntima que mantenemos con ciertos objetos. El pintor Alfredo Cabañuz lo tiene muy claro cuando afirma que la bola de cristal que sostiene Orson Welles en Ciudadano Kane (1940) puede considerarse kitsch porque para el protagonista del filme es como una máquina del tiempo que le permite viajar a su infancia poco antes de morir y porque es un anacronismo más entre los muchos que hay esparcidos en la mansión de Xanadú, donde se amontonan esculturas de todos los estilos y épocas, y donde el barroquismo es tan extremo que resulta hortera. Si aceptamos lo anterior, entonces cabe decir que lo kitsch es el producto de los cortocircuitos que a veces se producen entre la intimidad, la extraña concepción del tiempo de algunas personas, y ciertas combinaciones imposibles.»