No sé si han leído lo de aquella modelo a la que han amenazado con matar a su perro si no cumplía su promesa de desnudarse en público para protestar por el comercio de pieles. Al hilo de esa noticia me encuentro con este artículo de José Ramón del Río en el que acaba extrayendo una divertida conclusión moral de lo que aparentemente empezó siendo una frivolidad. ‘Ponete’ en bolas :«En el suceso no ha de verse tan sólo la reacción airada de unos cuantos sátiros, sino una loable actitud cívica que se puede poner de ejemplo en la moderna educación para la ciudadanía: las promesas que hagan los personajes públicos tienen que cumplirlas. Sobre todo, las de los gobernantes. En poco tiempo, éstos nos han prometido 2.500 euros, si tenemos un hijo; atención dental gratuita para los niños, y ayudas para las viviendas de los jóvenes. Es de suponer que van a cumplir, pero ¿y si no lo hacen? Habría que tener prevista una asociación parecida a la argentina y pensar en una medida de presión para que cumplan. ¿Saben ustedes si Zapatero tiene perro?»