Racismo y bibliografía
Gustavo Flaverón Patriau nos habla de Racismo y bibliografía y de mucho más; a partir de un vídeo donde se ve «parte del pleito entre las congresistas María Sumire, Hilaria Supa y Martha Hildebrandt. Noten un par de cosas llamativas: la postura de Hildebrandt, mirando a su rival, Sumire, literalmente por encima del hombro; la rapidez con que Hildebrandt da por hecho que la parlamentaria andina no tiene formación universitaria (qué manera tan infeliz de guiarse por los estereotipos); y la agilidad con que Hildebrandt infla su curriculum para colocarse por encima de su colega: “yo no sé ella qué obra intelectual tenga, pero yo tengo, pues, treinta o cuarenta libros citados y traducidos”. La mención no sólo está fuera de lugar, sino que es falsa: los libros de Hildebrandt alcanzan arañando la decena, lo que es bastante, claro está, pero en su ataque de epilepsia bibliográfica se le fue la mano por veinte o treinta.», el autor trata, no solo el problema del desprecio de Hildebrandt por la lengua quechua («una lengua hablada por quinientos hablantes perdidos por ahí» es su definición), ni el de la arrogancia, sino también el del tremendo racismo que el Perú ejerce y que se refleja en los medios.
[Vía Infoeditexto ]
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2007-09-17 19:17
Lo verdaderamente alucinante es que María Sumire se muestre amable con Martha Hildebrandt, después de lo que está escuchando. Los indígenas tienen que dejar de ser amables si quieren que se les tome en serio. Hay que ser abogado, sí, como Sumire, y tener toda la formación que se pueda, pues la educación aporta perspectiva: pero hay que dejar de ser amable con toda esa gente que te trata como a un perro porque, sinceramente, no cree que seas nada distinto de un animal.
2007-09-17 20:39
Pero ocurre que el racismo (y el clasismo) son muy frecuentes en Latinoamérica, con la excepción relativa (por más grados en el mayor mestizaje) de Brasil.
No he visto en mi vida comportamientos más altaneros entre ricos, que suelen ser blancos (rubitos y de ojos azules aunque sea con lentillas; y ultranacionalistas) para con los indígenas, que suelen ser los pobres, que allá. Y todo es un sinvivir de nacionalismos topicazo : que si peruanos contra chilenos, éstos o los argentinos contra aquellos, todos contra bolivianos … un asquito tales aspectos, siento decirlo. Y la verborrea que gastan los políticos cuando les da por desviar la atención popular … invocan batallitas de hace doscientos años en las que participaron cuatro gatos y acto seguido a la (respectiva) Patria Sagrada para reclamar derechos (pero no de los indígenas) sobre pedregales o extensiones marinas … Por contra : ¿dónde, o cómo estaba España hace doscientos añitos? Pues malamente nosotros, y para colmo invadidos por (Napoleón) Francia, lo que felizmente ya se nos ha olvidado. En fin.