Bush ordena al FMI que eche un cable a Brasil, que no son tan malos como los argentinos y esos sí se merecen un dinerito. De paso le salva el culo a unas cuantas megaempresas americanas con intereses en la zona. Pero Ernesto Ekaizer cree que esto sólo es alivio momentáneo y que la crisis ya está a las puertas:
¡Es la economía no las finanzas, estúpido! .