Ya saben que finalmente se _flexibilizará la promoción en Bachillerato, de modo que con 4 asignaturas suspensas el alumno podrá pasar de curso, haciendo una especie de curso puente entre 1º y 2º. Se trata, al parecer, de no castigar a los alumnos; vale. Hay múltiples razones para contraargumentar esa propuesta, pero fíjense en algunas que da Miguel Santa Olalla en Economía del suspenso: «Y es que los profesores de bachillerato, por lo general, no son ogros deseando devorar alumnos suspensos. Valoran el esfuerzo y la dedicación, y tratan de favorecer a los alumnos que durante el curso se esfuerzan, trabajan y contribuyen a que el ambiente de clase sea positivo. No son pocos los alumnos que terminan sacando el bachillerato (en tres o cuatro años, de acuerdo, pero lo sacan) gracias a la “ayuda” del profesor que aprueba tal o cual asignatura en circunstancias excepcionales. En 7 años de docencia, he visto levantar asignaturas con 2,5 en los exámenes. Esta tendencia “empática” (por llamarla de algún modo) quedará neutralizada con el nuevo decreto: si mi alumno suspenso tiene otras tres, pues que pase con 4. Total, así tengo garantizada más clientela para el curso que viene. Un efecto que conocen bien los economistas: a veces las medidas para crear empleo generan paro a largo plazo.»
2007-09-15 11:47
¿Tendrá algo que ver? Más de mil profesores de la red pública vasca piden la baja días antes de empezar las clases