Comentarios

1. Angel Luis Encinas Moral
   2004-04-14 02:57 Oriana Fallaci es la encarnación de la pitopausia intelectual del imperialismo norteamericano. Es racista, xenófoba y fascista.Como sus actuales mentores ideológicos Bush y Sharón ¡Qué gran pirueta ha dado hacia la extrema derecha desde aquel 2 de octubre de 1968 cuando denunciaba la matanza de estudiantes en Tlatelolco por los soldados del Gobierno del PRI! Sería maravilloso que la Comunidad Europea la llevase a los tribunales y le prohibiese la entrada en Europa a perpetuidad.
2. Angel Luis Encinas Moral
   2004-04-14 02:58 Oriana Fallaci es la encarnación de la pitopausia intelectual del imperialismo norteamericano. Es racista, xenófoba y fascista.Como sus actuales mentores ideológicos Bush y Sharón ¡Qué gran pirueta ha dado hacia la extrema derecha desde aquel 2 de octubre de 1968 cuando denunciaba la matanza de estudiantes en Tlatelolco por los soldados del Gobierno del PRI! Sería maravilloso que la Comunidad Europea la llevase a los tribunales y le prohibiese la entrada en Europa a perpetuidad.
3. ancap
   2004-04-14 16:39 La Fallaci es excesiva, provocadora y en algún caso poco precisa, con la demoledora inmunidad que te da la edad y el conocimiento de encontrarte en el final de un camino, pero sigue siendo la misma rebelde anarquista que escribiera un libro a su hijo, poniendo a caldo a las feministas de toda la vida, que describiera con asco la proximidad de Yaser Arafat durante su entrevista, o denunciara que ante un bombardeo creo que en Jordania no la querían dejar ponerse a salvo porque era la única mujer. Partiendo de que no es americana, sino italiana condecorada en su adolescencia por luchar contra los nazis, siguiendo por que no es religiosa, de hecho en ocasiones su animadversión por la Iglesia es equiparable a la que le producen cierto “imanes”. Creo que debemos saber leer ese género, de calidad inconstante, que es el líbelo, el panfleto o la arenga, que trata de tambalear conciencias, de mover antiguos resortes de nuestra razón inutilizados por lo estupidamente correcto. Así lo usaron muchos, y es un género muy italiano, no tratando tanto de convencer cuanto de provocar. Si la ya caduca Comunidad Europea se dedica a prohibir la entrada a todo el que no piensa lo que unos cuantos, o al que no lo expresa con la pausa y la tranquilidad que a muchos gustaría, si va a comenzar la caza de brujas, y no por aquellos a quienes denuncia Oriana, sino por los que gritan con rabia ante la afrenta al occidente aristotélico, judio, cristiano y laico en los mismos términos en los que en nuestras democracias muchos se refieren sin censura a la oposición política, a las grandes corporaciones, o a las empresas que trabajan fuera de sus primeras fronteras… Ésto es una batalla perdida, como dijo Revel la tentación totalitaria, con sus nuevos gurús orientales triunfa de nuevo.