Otra estupenda miscelánea de Mariano Gistaín, Mis queridos poetas chinos: «El verano se acaba sin hacer calor, y es todo tan extraño que tenemos que insistir en que nos parece normal. Hay que acabar con estos agostos españoles como sea. Estos cierres de lo público, que convierten en inhábil el trimestre, son letales. Hay que resucitar —rehabilitar— agosto como mes que existe y que funciona. La administración, la justicia, las bibliotecas, la universidad, los centros cívicos, los infinitos negociados que hacen todos más o menos lo mismo —cerrar todos a la vez— tienen que cambiar el modus operandi. En verano, lo único que funciona en la cosa pública es la Guardia Civil. Y las piscinas. Y ya se ve que a las piscinas no va nadie, porque hace frío, porque no hay tiempo, porque no tienen wifi, porque no se parecen al mar.»