Marc Saint-Upéry en Reflexiones perniciosas sobre el caso cubano (texto del 2003 que me temo que no ha perdido actualidad) formula y contesta tres preguntas sobre Cuba, la justificación del acoso estadounidense, de las desgastadas conquistas sociales y de la rampante economía capitalista: “la era de la acumulaciòn capitalista originaria ya empezó en Cuba. Se desenvuelve esencialmente bajo formas monopolísticas y mafiosas que no quieren decir su nombre y en un contexto de desarrollo sectorial completamente desigual y asimétrico y de empobrecimiento generalizado de la población no dolarizada. Los miembros de la casta burocrático-militar al poder, incluso algunos de los más cercanos al dictador y sobre todo a su hermano Raúl, ya tienen su papel asegurado en una futura revolución capitalista salvaje. Gozan de fuertes cuotas de participación en empresas mixtas en el turismo y otros sectores favorecidos por los inversionistas extranjeros y poseen todo tipo de cuentas y contactos financieros útiles en el exterior, donde muchos mandan sus hijos a estudiar —en particular en Canadá, México y España—, como si no tuvieran confianza en el tan afamado sistema educativo cubano. Es de temer que la futura transición económica sea sobre todo una carrera de velocidad entre la mafia «comunista» de La Habana y la mafia anticomunista de Miami para adueñarse del desgastado patrimonio ecónomico de la isla. Tampoco hay que excluir alianzas entre ambos bandos que parecerán vergonzosas sólo a los ingenuos.”