Esto de lo que les voy a hablar tómeneselo más bien como un divertimento. Andrés Ibáñez se indigna con unas frases del director de CSIC, que dice cosas como esta “Mi percepción es que las Humanidades, tu mundo, está en el pasado… Los libros te dicen poco… Son fundamentales para la educación, pero para la investigación no sirven… Yo los contemplo como un fósil o como un hueso, pero nunca como parte de lo que altera lo te rodea…”. E Ibáñez, contraataca, espero que medio en broma, aunque no estoy seguro de que deje muy alto el pabellón humanista: “En mi opinión, para dedicarse a la ciencia es necesario tener una mente muy simple. Las mentes complejas se aburrirían enseguida con el método científico, que es puramente mecánico y se limita a trabajar con «hechos», entendiendo por «hecho» aquello que es susceptible de medirse con números. Esto es algo que no suele decirse porque las gentes del mundo de las humanidades somos mucho más educadas y sofisticadas que los científicos, y también por otra razón de peso: si un niño de cinco años, por ejemplo, nos llama «tontos» no nos dedicamos a hacerle ver que él es mucho más tonto que nosotros; ese gesto sería cruel y el niño acabaría llorando.” Vamos a ver.
2007-08-25 14:16
Esto es una mala aplicación de la navaja de Occam: a veces simplificar tanto en los argumentos (o blanco o negro, a o b) lleva a hacer este tipo de despropósitos. Un saludo.
2007-08-25 22:02
Esa era justamente la opinión que yo tenía de los de letras… hasta que encontré gente de letras que sabía una barbaridad
2007-08-25 23:22
Yo creo que Ibáñez, al que respeto y del que recomendé otros artículos por aquí, está de vacaciones, y aprovechando que es agosto pues se lanzó por el acantilado. Creo que su respuesta es un poco en plan “y tú más”, y dudo mucho que crea algo de lo que dice; no hay argumentación, sino rabieta infantil. Claro que lo que dice el director de CSIC es muy preocupante, sobre todo por el cargo. Parece que ciencias y letras siguen condenadas en enfrentarse.
Saludos