Javier Pastor nos da la noticia de que a un usuario le prohíben usar Linux. El joven (Sk0t) fue condenado por compartir una película en la red BitTorrent, y «La sentencia le obligó a pasar 5 meses en prisión y otros 5 de confinamiento en su casa, pero además de eso tenía que usar ordenadores en los que se pudiese monitorizar su conexión.
Sin embargo cuando el gobierno de los EEUU fue a instalar su herramienta de seguimiento de su actividad en Internet se dieron cuenta de que Sk0t usaba Linux, así que le obligaron a utilizar Windows en su lugar, que es el SO para el que funciona ese software». Como dicen en Barrapunto, ¡eso sí que es un castigo!