Sergio Ramírez da un repaso a los procesos de pacificación en Centroamérica, y pone como modelo a las negociaciones en Nicaragua entre el Ejército Sandinista y la Contra: “Negociar, entrando por la puerta que le habrían los acuerdos de Esquipulas, lo que implicaba hacer sustanciales concesiones internas en Nicaragua, algo que equivalía a que se cayeran las estrellas. Reformar la Constitución Política recién promulgada para adelantar las elecciones, reformar la ley electoral, dictar una amnistía general, dar paso a la participación de los contras en la vida política, permitir un proceso electoral abundantemente vigilado por observadores internacionales. Todas esas concesiones, a la postre no significaron otra cosa que la pérdida del poder por la vía electoral, como ocurrió en 1990, la mejor prueba de que los acuerdos de paz habían triunfado.” Lo que de guerra fría nos tocó.