Javier Negrete, en El auténtico sentido de la maravilla reseña la novela Solaris de Stanislaw Lem: «Lem viene a susurrarnos al oído que no nos dejemos llevar por las sirenas del progreso científico, que lo que conocemos del funcionamiento del universo y de nosotros mismos es sólo una delgada corteza, y que nunca, por su propia esencia, llegaremos a conocer el meollo de la realidad». Un clásico (1961) que os recomiendo, tanto como la película de Tarkovsky, que por cierto cuenta con uno de los finales más poéticos que recuerdo en una película.
2007-08-20 19:45
¿En serio Lem quiere susurrarnos eso? Pues mira, yo tengo mis dudas. No existe, en general, una correspondencia directa entre lo que un escritor de ci-fi pone sobre el papel y lo que los demás interpretamos que quiere decir. No sé si me explico. Vamos, que mi experiencia es una: el escritor en general y el de ci-fi muy en particular no tiene esos altos empeños que los demás le atribuyen. O sea, que Lem, para mí, se limitó a desarrollar una idea que a él le gustó y le pareció buena y literariamente efectiva. Lo que Negrete plantea me parece hilar demasiado fino. Ah, y coincido en lo de la peli: a mí me parece maravillosa y es una de mis preferidas. Y me gusta mucho también la versión de Steven Soderbergh.
2007-08-20 21:47
Bueno, en otros libros de ci-fi puede ser así, pero en Solaris Lem dedica un par de capítulos a describir minuciosamente los estudios solarísticos, y creo que deliberadamente hace ver lo alejados que están de una verdadera comprensión de la realidad de Solaris. Es algo así como los naturalistas antes de la teoría de la evolución o el descubrimiento del ADN, o como la psicología actual, a la espera de una verdadera comprensión del cerebro, si es que esta es posible.
Creo que en particular Lem (y esto a lo mejor ya sí que es hilar ultra fino) se inspira precisamente en esta última disciplina.
Por cierto, a mí la versión de Soderbergh no me gustó, pero ya que la recomiendas intentaré volve a verla.