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Del egosurfing al splog

Desde mi punto de vista, el problema de nuestro siglo, o la revolución social que sigue a la tecnológica, es la adecuación de las estructuras y dinámica de la información y la opinión. Y necesariamente de las personas y empresas que se dedican a ello. Aquí, como en todo, hay conservadores y progresistas. Entre los conservadores, Andrew Keen, cuyas tesis resume Escrow en Barrapunto: del egosurfing al splog. Una respuesta del otro lado, la de Jaime Peña, en Andrew Keen, no cree en la blogósfera , pero tiene blog: «Un aspecto que jamás ha dejado de llamarme la atención, son aquellos grupos denominados antiglobalizadores. No es ese aspecto precisamente el que me sorprende. Cada uno con sus ideas. Lo que me sorprende es que los antiglobalizadores difundan sus ideas por el ícono más preciado de la globalización, su majestad, Internet». Un punto de vista más aséptico (y extenso), la reseña del libro de Keen de Horacio Garay, en Andrew Keen: The cult of the Amateur. Para más polémica, el manifiesto anti-web 2.0 del propio Keen (en inglés).

Francisco Serradilla | 17/08/2007 | Artículos | Medios de Comunicación

Comentarios

  1. María José
    2007-08-17 19:13

    Pues para mí Internet ha supuesto todo lo contrario de lo que expone Keen. Yo creo que lo que había era una falsa apariencia de cultura. En realidad la mayoría de la gente siempre ha opinado de todo lo que le ha parecido y la influencia de lo expertos ha sido mínima. Pero si no lo compruebas, puedes creerte que todo es cómo tú supones. Si uno sabe de un tema, en mi caso de Psicología, y lee la información en uno de los medios de comunicación tradicionales se da cuenta de que no se han enterado de nada o que no tienen ninguna capacidad crítica para poder valorar de lo que hablan. Y no existe la posibilidad, que sí hay en Internet, de la crítica o rectificación por parte de los que sí saben. Y no es una crítica a los periodistas, que como en todo también los hay muy buenos, es que no puede ser de otro modo porque un periodista no puede ser experto en todos los temas de los que tiene que hablar. Así que ahora en Internet, tienes directamente las fuentes, gente que es experta y de verdad sabe de lo que habla.

    Lo que más me sorprende es el punto: “El criterio de los académicos, críticos o periodistas queda relegado”. Para mí hace mucho que sucede esto, no por culpa de Internet sino por su mediocridad. No sé si siempre ha sido así, pero la mediocridad lo ha invadido casi todo: la universidad, los medios de comunicación tradicionales y, no digamos, las críticas literarias. Cuando me dicen que alguien es catedrático siempre me queda la duda de si es una autoridad o un auténtico inútil con mucha capacidad de medrar, puesto que abundan los dos tipos, con un mayor crecimiento de los segundos a costa de los primeros. Por lo tanto, un índice que debería servirnos para orientarnos ha perdido completamente su valor. No es más que un reflejo de lo mismo que criticamos a los alumnos, les interesa aprobar, no saber. Pues a los catedráticos o a los críticos les pasa lo mismo, que les interesa el título independientemente de tener los méritos.

    Hace unos años leí una antología de “La Codorniz” y pensé que en algún suplemento de algún periódico podría encontrar algo parecido, no solo por el humor, sino por el nivel intelectual y literario. Así que, aunque ya había dejado de leer periódicos porque me parecían bastante mediocres, me dediqué durante unos meses a leer los suplementos culturales. Me parecieron insufribles, ni uno solo de los columnistas, ni de los más famosos, me pareció digno de mi atención. Por suerte, en esa época conocí Almacén y empecé a leer a Ramiro Cabana, Agustín Ijalba o Marcos y eso se parecía mucho más a lo que yo necesitaba. Puede ser que a la mayoría les guste otra cosa (por eso sean ellos los que están en la nómina de esos medios) pero a mí eso me da igual, yo busco para mí. Además no tengo duda de que si estuvieran en un medio tradicional tendrían éxito tanto ellos como la mayoría de los que escriben en LdN, pero no pueden llegar porque la criba nos viene dada. Así que Internet me permite obtener lo que quiero, es cierto que cuesta encontrar entre tanta mediocridad, pero yo confío en que los sistemas de recomendación lo hagan más sencillo. De todas forma, antes sólo tenía acceso a la mediocridad y ahora el panorama es más amplio. Yo creo que el mérito de Internet no es la democratización de la opinión (hecho que me interesa poco), sino que desaparecen las tiranías de las mayorías y sobre todo de los mediocres.

  2. Marcos
    2007-08-18 00:35

    Ummm… pues yo creo que coincido exactamente con lo que Scroow opina de Keen: si algunas afirmaciones son correctas, el conjunto carece de sentido por el planteamiento inicial. Y yo no creo que desaparezcan, con internet, la dictadura de los mediocres… se mantiene exactamente igual; la diferencia es que hay tanto, que aparecen voces que no surgirían jamás de otro modo, o no llegarías a ellas. Los mediocres siguen ahí, haciendo caja y guruficándo, y creando súbditos. Igual que ayer y que siempre.

    Saludos

  3. Francisco Serradilla
    2007-08-18 15:45

    El asunto no es quién desaparece o permanece; ese es justo el problema de los medios tradicionales: son un conjunto pequeño de recursos que están ya repartidos (normalmente a poderes políticos y económicos, como no podría ser de otro modo), así que para que aparezca uno nuevo, otro tiene que desaparecer. La lucha es por la permanencia.

    En Internet la capacidad es virtualmente ilimitada. Así que la lucha es por la atención. Esto tiene varias consecuencias: la más importante es que las opiniones minoritarias pueden existir; para mí esto significa, literalmente, que la poesía puede existir, por ejemplo.

    El tema de los blogs es absolutamente claro: los medios tradicionales pretenden difundir la idea que que son un conjunto de adolescentes mediocres quienes publican blogs. Y quizá sea así en el 99% de los casos, Pero el 1% restante está constituido por profesionales de distintas ramas que están a años luz por encima de los periodistas (¿acaso no sabe más física un profesor de física que un periodista especializado en periodismo científico?). El problema (siento ser un poco pesado con esto) es detectar cuáles son estos blogs, cosa que sólo puede hacer, en principio, otro especialista.

    Y ese seguramente es el gran reto del futuro. Asunto, por cierto, que ya detectó hace más de 10 años Nicholas Negroponte en “El mundo digital”. Ahora los críticos son más necesarios que nunca, y además esta nueva generación de críticos estará sometida, a su vez, a la valoración de los lectores, o incluso a críticos de críticos, y podrán ser humanos o programas (de hecho la línea de investigación que más me interesa actualmente).

    Bueno, quizá todo esto merezca un artículo en “computación creativa y otros sueños”. Ya veremos…

  4. María José
    2007-08-18 16:36

    Marcos, justamente eso significa que desaparece la dictadura de los mediocres, siguen siendo mayoría y cuentan con el apoyo de la mayoría (probablemente lo serán siempre) pero no eliminan la existencia de los otros, cosa que en los medios tradicionales sí estaban haciendo.

  5. Marcos
    2007-08-18 19:25

    Tenéis razón.

    Saludos


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