Quizás la democracia sea eso: que una reunión del barrio decida qué estatua se pone en la plaza; que se someta a votación pública qué calles se peatonalizan; que se debata con los ciudadanos hacia donde seguirá creciendo la ciudad: “Todos los vecinos interesados son invitados a participar. Asesorados por un equipo de diseñadores que estudió el vecindario, trabajan en grupos formulando imágenes del barrio o la ciudad que les gustaría tener. Luego, los equipos se reúnen y cuentan sus impresiones. Las ideas vuelven a los proyectistas, quienes trabajan varios días para traducir las preferencias de los ciudadanos en documentos maestros de planificación.”
Proyectar junto con los vecinos.