“Existen dos opciones: continuar con la doble moral e hipocresía seguida hasta ahora, de comprometerse para no cumplir, y adoptar la política del G8, reuniéndose en sitios cada vez más alejados, cada vez más protegidos y cada vez más separados de la gente a la que representan, o adoptar una política constructiva, mucho menos costosa, comprometiéndose al comercio justo y a crear las bases de una globalización sostenible, una globalización que, tal y como se afirmó en la Declaración de Río, integre a las personas como eje central del desarrollo.” Tampoco Fernando Casdo Cañee cree que la Cumbre de Johanesburgo vaya a servir para algo si se repiten las soluciones adptadas en otras ocasiones:
¿Qué nos jugamos en Johanesburgo?