Otis B. Driftwood se lanza a hacer una taxonomía del hijodeputa; por ejemplo, el Hijoputa simpático: “Quizá el más raro de esta taxonomía, este tipo de hijoputa tiene la habilidad de caernos bien mientras no nos toque directamente los cojones, con perdón. Incluso si lo hace, podría ocurrir que acabemos riéndonos de lo bobos que hemos sido, a pesar de que toda la culpa sea suya. Es uno de los arquetipos más celebrados en cine, teatro, televisión e incluso en cómic, sabe ejercer de hijoputa con una sonrisa en los labios y una naturalidad y aplomo abrumadores. Raramente inspiran rencor colectivo y sí, como indica su nombre, muchas simpatías. Conviene tener uno cerca, en un grado de amistad más o menos soportable, por lo que pudiera ocurrir en una de esas vueltas tan cínicas que tiene la vida, aunque, si me permiten un consejo, no le dejen nunca acercarse demasiado. Después de todo, un hijoputa es siempre un hijoputa.” Antropología del Hijoputa y II.
2007-08-14 23:07
Me estoy dando cuenta, por cierto, que es este tipo de hijoputa en el que se fija la mayoría. ¿Por qué será? (sonrisa maligna)
Saludos.