Se anuncia la creación de una unidad del ejército para acudir a emergencias, y Antonio Papell se pregunta si tiene algún sentido asignar permanentemente cometidos civiles a entidaes militares: “La sinrazón es fácil de detectar: puesto que se ha optado en nuestro país por la profesionalización integral del Ejercito tras eliminar el servicio militar obligatorio —una decisión que fue controvertida y que algunos todavía consideramos no del todo acertada, pero éste es otro tema—, es de suponer que quienes se incorporan a la milicia lo hacen de acuerdo con una vocación que responde a la tarea genuinamente militar. Ha de resultar, pues, desconcertante para esos profesionales que se les asignen de forma sistemática, permanente y exclusiva, tareas de bombero o de agente forestal, pongamos por caso.
Porque una cosa es que el Ejército acuda masivamente a paliar una tragedia y otra muy distinta que algunas secciones de él sólo se dediquen a estos menesteres.” Ejército y sociedad.