Carmen Castro, Las heridas sangrantes de mujeres y niñas en Darfur: “El patrón de la violencia contra la mujer y las niñas ha ido adoptado diversas formas. Al principio del conflicto, se violaba a las mujeres y a las niñas cuando se atacaba un pueblo. Estas violaciones alcanzaron un nivel sin precedentes y muy pocas mujeres y niñas se libraron de la violencia. La denuncia sobre La herida abierta de las mujeres de Darfur sigue activa ante las múltiles manifestaciones de violencia hacia las niñas y mujeres en la zona de conflicto.
«Cada noche venían entre cinco y seis hombres y, uno tras otro, nos violaban durante horas; así durante seis días. Mi esposo no pudo perdonarlo y me ha repudiado.» (Refugiada sudanesa entrevistada por Amnistía Internacional)
Hoy en día y ya en el contexto de una crisis que perdura en el tiempo, la inseguridad en y alrededor de los campos de desplazad@s propicia que estén aumentando las situaciones de violencia contra las muejres y contra las niñas, sobre todo mientras mujeres y/o niñas realizan actividades como ir a recoger leña o agua, zonas que cada vez se alejan más de los campos de refugiad@s y que suponen para mujeres y niñas una exposición al riesgo de violaciones continuas, palizas y ataques verbales cada vez que van a buscar leña o agua.”