Jesús Gómez Gutiérrez escribe sobre el secuestro de El Jueves: Yo le pondría más tetas. “Creo que los republicanos de bien deberíamos invitar a una ronda al magistrado de la Audiencia Nacional. Y no lo digo por el tiro entre las cejas que le ha pegado a la Casa Real con el secuestro de la revista, sino por favor inconsciente a la política española. Digan lo que digan, no hay republicanismos más serios que el de la cama y el de las letras. Sin arte en lo primero y arte en lo segundo, toda república es una monarquía enmascarada.”
2007-07-21 16:35
No quiero hacerme mala sangre, pero hay casos más preocupantes un ejemplo: Patxi Ibarrondo hay más. Casos en los que están implicados determinados jueces (con sentencias delirantes) y que la Prensa (o los blogs) no se atreven a investigar.
No tengo especial interés en los usos de la Vulva Real, sin embargo parece que eso vende :)
2007-07-21 23:17
En ciertos sentidos es el mismo caso, Cayetano. A Ibarrondo lo condenadon por esa cosa tan peculiar del atentado contra el honor, al que apela Del Olmo para justificar el secuestro de ese número de El Jueves. Y sin que los supuestamente ofendidos, es decir, la Casa Real, hicieran ninguna denuncia.
En cualquier caso, ese fondo del asunto (hay más) es el mismo. Abuso de las leyes que protegen el ‘honor’ de los cargos públicos y actuaciones judiciales que, más allá de otras cuestiones, son posibles porque existen leyes manifiestamente derogables. Ya lo decía Víctor de la Serna, quien supongo que no es sospechoso de radicalidad alguna, hace tiempo: http://www.elmundo.es/papel/2007/05/22/comunicacion/2126488.html
2007-07-23 21:05
Si, pero estaba pensando además en otros casos que nada tienen que ver con el honor … Aún coletean varios cierres de periodicos de los que aun no hay sentencia, o que no se ha demostrado culpabilidad. En el periodo que dura el proceso judicial da tiempo a arruinar a la empresa editora.
El “procedimiento” olvida que no se es culpable hasta que se demuestra lo contrario. Una cosa son las opiniones y certezas personales y otra la ley.
Eso sin entrar a considerar los altos costes que representa la defensa legal para empresas editoriales que no van sobradas de recursos. Asi solo pueden sobrevivir las grandes …