Sobre el borrador de Acreditación del profesorado universitario, Francisco Sosa Wagner vierte algunas opiniones no precisamente positivas: «Adiós pues a los sorteos por los que clamábamos en el franquismo los jóvenes aspirantes, deseosos de acabar con las corruptelas debidas a la mediación de las autoridades ministeriales en la composición de los tribunales. La garantía de la suerte, que trataba de igualarnos a todos bajo el principio «a quien Dios se la dé, san Pedro se la bendiga», se consiguió ya en época democrática aunque pronto sufrió una tergiversación que sería funesta y la causa del peor periodo de endogamia de la historia reciente de la Universidad. Ahora es sin más sepultada.»
2007-07-21 19:12
Estoy haciendo una estancia en USA en una universidad publica (Illinois). Ningun profesor es funcionario como Sosa Wagner o yo mismo (que soy profesor de Universidad en Espana). Todo el mundo tiene muy claro que hay que contratar a los mejores, por el bien de la propia universidad. Cuando se va a crear un sistema igualmente abierto en nuestro pais?. Nadie, ni de derechas ni de izquierdas, se ha atrevido a disolver los cuerpos de catedraticos y profesores, y cada vez se recurre a formulas mas barrocas para desviar la responsabilidad de la seleccion a unas supuestas “comisiones imparciales” , “acreditaciones” y otros barroquismos que solo hacen que replicar las relaciones de poder que los cuerpos de catedraticos y profesores quieren perpetuar en su beneficio y no en el de cada universidad ni de la sociedad a la que deberiamos servir.
(perdonad la falta de acentos y otros problemas ortograficos, pero el teclado es americano)