Martín Gómez escribe alrededor de Artistas e intelectuales inmigrantes como recordatorio y advertencia para quienes repudian por sistema la inmigración: “En medio de la Guerra Civil y de la represión del régimen franquista, muchos españoles consideraron que la única forma de conservar su libertad e incluso de sobrevivir era dejando su país. Si en la España de aquellas décadas no había un lugar para que afloraran muchas ideas e iniciativas tanto intelectuales como artísticas, países como México, Argentina, Venezuela, Colombia y Francia fueron un caldo de cultivo para éstas. Así lo demuestra el trabajo que hicieron durante su exilio figuras como Pablo Picasso, Luis Buñuel, Rafael Alberti, Juan Ramón Jiménez, Francisco Ayala, Pedro Salinas, Paco Porrúa y muchos otros.
Estos intelectuales y artistas fueron bien recibidos en los lugares a los que llegaron, donde propiciaron un diálogo entre las ideas que traían consigo y las que encontraron allí. Esta experiencia fue tan enriquecedora tanto para los exiliados como para las sociedades receptoras, que su balance no podría ser mejor.”
2007-06-28 22:10
Ni tanto ni tan calvo. En el trato a los españoles exiliados en América hubo de todo. Esa recepción “con los brazos abiertos” es una leyenda rosa; fueron muchos los españoles, incluso entre los intelectuales y artistas, que sufrieron censura política, problemas de todo tipo para conseguir un simple puesto de trabajo y por supuesto rechazo social. Eso es común a cualquier emigración de gran volumen, aunque es evidente que nunca se da el mismo trato a un escritor reconocido que a un trabajador normal y corriente.