Les extracto el final del artículo de Marcelo A. Moreno, Snobismo, paranoia y moda en la comida globalizada, en el que hace un rapidísimo repaso a las distintas funciones y acercamientos de la sociedad a la comida: “Pero al mismo tiempo la comida también preocupa por razones que alimentan una paranoia tóxica: ¿los diversos procesos industriales a los que están sometidos muchos alimentos nos estarán deparando temibles o flamantes enfermedades? ¿El engorde químico de ciertos animales destinados a la alimentación no trae consecuencias? ¿Todo el arsenal de conservantes, endulcorantes, colorantes y saborizantes resulta complemente inocuo?
Tendencia, snobismo o interés vital, lo cierto es que también la comida no se salva de la verdad de Lichtenberg: «la mayoría de los hombres viven más según los dictados de la moda que los de la razón».”
2007-06-27 11:52
Exacto. Seguimos más los dictados de la moda que los de la razón. Porque sino, ¿a qué viene pagar en una cena, pongamos, 25 euros? O más, o más, porque aunque a mí me parezca este un precio que da la risa más grande del cosmos, hay a quien le parece que es un precio más que razonable y económico (me refiero a esos que acaban el argumento diciendo: “para los tiempos que corren”).
Está muy de moda ir a restaurantes muy multifashion, muy multiétnicos, muy multiculturales y muy multitodo. Y Mola mucho, se ve, decir que te ha gustado todo lo que te han puesto y no poner cara de “me cago en todo” cuando toca pagar la minuta. Porque la verdad es que nos gusta decir que vamos a cenar fuera y, aunque comprobemos que en el plato lo que más vemos es el blanco de la cerámica y los hilillos de alguna salsa que enriquece el cuadradito de solomillo, por ello sentirnos ciudadanos del mundo occidental despilfarrador y moderno. Jo, porque si no te gusta la cocina es que eres un inculto (porque la cocina de Ferran Adrià es cultura, ¿no?) . Aunque en lo hondo sepamos que un paquete de macarrones apenas cueste 40 céntimos de euro.
Joan Carles.