Apóstata de la fe, gran artículo de Sergio Ramírez sobre la izquierda y la imposibilidad de criticarla sin ser tachado de conservador de derechas: “ Norberto Bobbio explica en su muy sabio libro Derecha e izquierda, que la idea de libertad debe ser irrenunciable para la izquierda en su proyecto de convertir en más iguales a los desiguales: los derechos sociales puestos al lado de la libertad, con lo que el espacio de la democracia es necesariamente el espacio de la izquierda Es la izquierda en la que yo creo desde mis tiempos en la revolución sandinista de Nicaragua, cuando tenía los mismos años de quienes han salido a las calles de Caracas a protestar por el cierre de una emisora. El tiempo me ha dado más años, pero no menos convicciones.
El Santo Tribunal que me condena no cree en nada de eso, por lo visto, y más bien percibo en su sentencia un gemido de nostalgia por el viejo socialismo destronado de los tiempos soviéticos, que entre sus muchas desventuras es responsable de haber dado a toda la izquierda la mala fama de ser enemiga de la libertad y de la democracia. Tal como una vez escuché al presidente Lula decir en Managua, que uno de los pecados capitales de la izquierda militante había sido ponerle apellidos a la democracia: una democracia burguesa, despreciable, y una democracia proletaria, la única legítima y digna de alabanza”
2007-06-28 11:59
Gracias por este texto. Me ha hecho más bien de lo que imaginan. Recientemente tuve la oportunidad de conversar con venezolanos cuya opinión aprecio, y que proceden del “ámbito” de la izquierda, muy preocupados con la deriva cada vez más autoritaria del gobierno de Chávez, que, afin de cuentas es un militar, con una visión militarista de la sociedad que no le aguantaría ningún izquierdista europeo. Del Sr. Ortega poco hay que decir porque ya está dicho todo y por agarrarse a cualquier migaja de poder ha llegado a acuerdos infamantes antes con Gordoman y ahora con Obando. Me da pena observar cómo decisiones que si se tomasen aquí harían que la izquierda al completo nos tirásemos a la calle, las asumamos como comprensibles y buenas en otros países, como si nosotros tuviéramos más derecho a una democracia de calidad que los paisanos de América Latina.
2007-06-28 12:11
Fue una afortunada coincidencia encontrar ese texto justo ese día: publicábamos al mismo tiempo una entrevista con Jesús Gómez Gutiérrez, editor de La Insignia y parte de la charla estaba dedicada precisamente a resaltar lo difícil que resulta criticar a la izquierda desde la izqueirda, y lo caro que sale.
Saludos