A mí esta loa de la literatura pulp que hace Luis Alberto de Cuenca me suena un poco exagerada, pero aquí tienen: “Los pulps suelen tener sus páginas divididas en dos columnas, a fin de que quepa más texto en menos espacio, y ofrecen como ilustraciones obras maestras de los ilustradores de la época. En EE.UU., el príncipe de esos ilustradores de revistas pulp se llamó Virgil Finlay, y, en España, Emilio Freixas, que tanto trabajó para el catálogo de Editorial Molino con su inagotable ingenio creador. He vivido rodeado de pulps nacionales y extranjeros, y he llegado a la conclusión de que hay pocos artefactos librescos con tanto encanto, tanta sabia modestia, tanto glamour. Comprendo cómo Tarantino, fascinado por el subgénero, lo elevase al territorio de la perfección visual en su película Pulp Fiction, aviso para caminantes del enorme interés que presentaban aquellas revistas en papel barato que tanto y tan bien se vendían, junto con las soberbias, sugestivas y, en ocasiones, hasta sicalípticas ilustraciones que las enriquecían, convirtiéndolas con el paso del tiempo en cotizadísimos objetos de deseo por parte del coleccionista y del simple nostálgico en apuros que viaja en busca de su identidad.” Pulp fiction.
2007-06-23 11:39
Hombre, quitando el hecho de que es un artículo publicitario de una colección, es que yo creo que las loas nostálgicas tienen que ser lo más exageradas posibles… vaya, que si te pones a recordar, lo que mola es maginificar. Y lo digo sin nada de ironía, ¿eh?
2007-06-23 12:43
Sí, es artículo publicitario, pero este hombre lo dice sinceramente, o al menos lo lleva diciendo desde los años 70 (y entonces casi no era un asunto nostálgico); es el rollito de meter lo pop y lo camp en la poesía, que a mí particularmente no me gusta nada.
Saludos