Los barcos que cayeron por las cataratas del Niágara es otra de esas preciosas y pasmosas historias recuperadas por Antonio Martínez: “El 8 de septiembre de 1827, ante un público de unas 10.000 personas, la goleta Michigan se despeñó por las cataratas del Niágara adornada como si se tratara de un barco pirata. En su interior habían introducido un búfalo, dos osos, un par de viejos mapaches, un perro y un ganso. Los propietarios de varios hoteles de la zona habían comprado el barco meses atrás y se habían encargado de publicitar el evento para promocionar sus nuevas instalaciones. «Barco con salvajes y feroces animales será lanzado por las cataratas» —anunciaban los carteles.” Por si no siguen leyendo, los dos osos se salvaron.