Rodrigo Fresán habla del miedo y la mirada; de ese miedo al terror que obliga a los niños a taparse los ojos antes que a esquivar al monstruo. Del miedo que atenaza a los argentinos (él es de allí, pero extiéndanlo ustedes a sus respectivos lugares) y les impide ver. Y habla, Fresán, con humor, lirismo y una calidad en su prosa que rara vez se encuentra en los periódicos. No se lo pierdan. Les estoy viendo.
Veo-veo.