Creo que todos conocemos casos de estafas, en mayor o menor medida, cometidas por ciertos docentes de universidad: desde los escandalosos casos de becarios trabajando gratis en el departamento hasta los permitidos socialmente de profesores haciendo su investigación usando al estudiante como mano de obra barata (que barata, gratuita). No es que Ignacio Martínez diga nada nuevo, pero es revelador: “Un amigo catedrático me explica que un profesor de instituto trasmite el conocimiento generado por otros, mientras el de universidad debe enseñar el saber investigado por él mismo. He conocido esa categoría, pero también la contraria. En la Facultad de Periodismo en la que hice los cursos de doctorado se hizo famoso un profesor que decidió hacer un diccionario de términos técnicos. Lo resolvió en tres años. El primero, encargó a los alumnos, como trabajo de clase, la relación de vocablos. En el siguiente curso, repartió entre los estudiantes la redacción del significado de cada expresión. A los del tercer año, el buen hombre les pidió el dinero para publicarlo, a cambio de unos ejemplares con los que recuperar la inversión. Lo peor no es que ocurriera, sino que siga dando clase.” Becarios estafados.
2007-06-13 21:37
Feísimo proceder del parásito profesoral ese, del que espero sea privado de la cátedra sancionado y sus huesos en la cárcel y desposeído con público deshonor de su eterna plaza en propiedad y … y nada de eso ocurrirá, que estamos en Spain donde nadie responde de nada. Pero a lo que iba, que me he quedado conmovido leyendo :
“Un amigo catedrático me explica que un profesor de instituto trasmite el conocimiento generado por otros, mientras el de universidad debe enseñar el saber investigado por él mismo.”
Oh. Ahora resulta que un catedrático español, vitalicio funcionario que cobra llueva o haga viento, vaya a clase o se pase el día de ligue, tal espécimen tiene claro que los profes de institutos no investigan y él mismo sí. ¡Temblemos, chicos! El otro día pasé por Pamplona y en la prensa local, un articulo informaba que en la Universidad Pública de Navarra, sus profesores acababan de organizar MAS DE OCHOCIENTOS GRUPOS DE INVESTIGACIÓN.
¿Ochocientos grupos de funcionarios, “hinbestigando”? Eso es como para llamar a la policía. Y entre tanto, ¡¡¡tiemblen el MIT, el Silicon Valley, Harvard y Cambridge y Oxford y todos los demás!!!!
Qué tonterías provoca el descenso de matriculación … ochocientos profesores funcionarios, buena parte ya faltos de alumnos, “hinbestigando”. Qué peligro … para el contribuyente también. ¿No sería más barato pagarles la cafetería, o enviarles al INEM? En fin, país.
2007-06-14 11:04
Creo que mezclas dos cosas, joseluis, pero ya te adelanto que estoy de acuerdo contigo en ambas. No suelo usar la palabra indecente pero la usaré para hablar de los congresos turísticos por parte de grupos de investigación (¿cuántos eligen congreso en función de si conocen el país o no? ¿Cuántas veces van 4 miembros del departamento pudiendo ir dos [y los otros dos a otro sitio] porque “es que Cancún mola”?), de las financiaciones públicas indiscrimidadas e injustas (cinco millones de euros a un grupo que necesita, básicamente, tres ordenadores. Cero a otro. Ole), de los becarios que cobran dinero… nunca, o bajo cuerda porque tienen un director de grupo con vergüenza que lo saca de su bolsillo…
2007-06-14 11:38
Libros redactados por alumnos “negros” y luego publicados por el catedrático —incluso con éxito— ha habido toda la vida. Incluso conozco alguna tesis doctoral cum laude bregada por el becario.
Deleznable tal vez, pero en cierta forma es “ley de vida”. El alumno que realmente lo merezca aprenderá que su vida profesional estará empedrada de semejantes colegas. Camarón que se duerme se lo lleva la corriente.
2007-06-14 12:34
Es que ese es el problema, Miguel, el considerar que es “ley de vida” y aceptarlo como tal. El considerar que uno tiene que ser becario trabajando completamente gratis durante un año o dos “porque yo también lo hice y siempre ha sido así”. Si uno se conforma… pues sí, siempre será así.