Nacho Vigalondo cree que el tipo de crítico está cambiando y que, afortunadamente, Internet está posibilitando el acercamiento entre la postura snob y la postura popular ante el arte. Ejemplifica con el cine: “[...]Colocar en una esquina de la clase a los que ven La jungla de cristal y en la otra punta a los que ven Amarcord y, a partir de ahí empezar a juzgar no nos convierte en espectadores de la tragedia, sino en agentes de la misma. Hay algo peor que categorizar las películas en función de tópicos, y es hacerlo con el público.
Dejemos que sean los productores, distribuidores, exhibidores y televisiones los que describan al público con herramientas de medición simplistas, y hasta infantiles. Ellos ya lo hacen, y se les paga por hacerlo. Pero nosotros no, por Dios. Tenemos la oportunidad de utilizar el mismo lenguaje para hablar de Piratas del Caribe y de Caché, y decidir, sin prejuicios ni sobreentendidos, cuál nos parece una mierda y cuál no. Y a partir de ahí, olvidar que hay un público para cada película, y dejar de entender que esos públicos son irreconciliables. “ Cameron-Godard.