Llega el verano, la caló, y los ordenadores pueden sufrir sofocos y ardores indeseables. Maverick nos explica con suma claridad en qué consiste el problema y qué podemos hacer para prevenir males indeseados: “Imaginemos por un momento que ponemos un disco de vinilo para escuchar una determinada canción. Situamos el disco en el plato, éste comienza a girar, y colocamos la aguja lectora en la pista correspondiente a la canción que queremos oír. En el momento en el cual la aguja toca el disco comienza a sonar la canción. Ahora bien, ¿Qué ocurriría si ese disco hubiese estado expuesto al sol y se hubiese doblado? Probablemente el surco de la pista ya no formaría una espiral perfecta si no que tendría deformaciones pudiendo, en algún caso, hacer que la aguja salte a pistas adyacentes sin conseguir escuchar la canción deseada correctamente.
Y lo mismo ocurriría si es la aguja la pieza que se desequilibra.
Una deformación o desajuste en cualquiera de las piezas internas de un disco provoca que la cabeza lectora no se posicione correctamente sobre el sector que fue previamente escrito impidiendo el acceso a esos datos.” Especial altas temperaturas.