Antonio Martínez Ron, La verdad sobre los monstruos imaginarios: “Dinosaurios y dragones: Sobre las extensas llanuras del desierto de Gobi, los primeros moradores de Mongolia debieron descubrir las enormes columnas vertebrales de los velociraptores, aún abundantes en la zona. Las formas alargadas de los fósiles indujeron probablemente a los chinos a creer en la existencia de gigantescas criaturas en forma de serpiente que hoy día conocemos como dragones. La creencia en estos seres se extendió también a Europa donde, bien entrado el siglo XIV, la localidad austriaca de Klagenfurt todavía exhibía en su plaza principal el cráneo de un rinoceronte de la edad de Hielo como si se tratara de la cabeza de un dragón.”