Si hablábamos el otro día de la progresiva importancia de China en África, David García Cantalapiedra analiza la respuesta estadounidense a esa posible pérdida de influencia: “Desde el año 2000, EEUU estableció como uno de sus objetivos prioritarios de seguridad nacional la seguridad energética. En este sentido, la seguridad del abastecimiento petrolero y gasístico y el aumento de competencia debido al incremento en la demanda producido, en gran medida, por las necesidades de la República Popular China (RPC) y la India, junto con el establecimiento desde Costa de Marfil hasta Angola de uno de los polos de abastecimiento básico para EEUU, y el aumento de la presencia de terrorismo yihadista-salafista en el norte de África y el Sajel, han llevado al progresivo aumento de la importancia de África en la política exterior de EEUU. La necesidad de evitar la desestabilización de grandes áreas sin autoridad y gobierno real de la zona y su aprovechamiento por parte de grupos terroristas, con su posible expansión hacia zonas de interés vital para EEUU, junto con la competencia estratégica de China, han respaldado la creación de un mando unificado para África.” La creación del AFRICOM y los objetivos de la política de EEUU hacia África.