Miguel San Claudio Santa Cruz denuncia la expoliación sin reservas ni control de las riquezas de los fondos marinos: “Lo mismo que ocurrió con la invención de la escafandra autónoma está a punto de ocurrir con la investigación submarina a medias y altas profundidades Pronto todos los pecios de valor histórico habrán desaparecido como consecuencia de la actividad de modernos raqueros.
En nuestro país ya llevamos una buena temporada soportando incursiones de personajes de dudosos escrúpulos que han intentado, y en algunos casos conseguido, llevarse elementos de nuestro patrimonio cultural.
Los cazatesoros personalmente no son en principio sospechosos, la mayoría son personas bien educadas, inteligentes y en su mayor parte poseedoras de títulos universitarios —que se lo digan si no a los organizadores de un homenaje a uno de ellos que se celebró no hace muchos años en Vigo—, pero son capaces de saltarse cualquier dique moral o legal con objeto de conseguir su premio, que no es otro que nuestra herencia.” De piratas, tesoros y alta tecnología.