Como Colom anotaba ayer un artículo en que se metían con el presidente Aznar, mi hondo sentimiento patriótico y de respeto a quienes, como él, luchan por los intereses nacionales, la moral y el amor a la bandera, me lleva a recomendarles encarecidamente la lectura de
Bien hecho, señor presidente. Antes pónganse un tricornio de Tejero, péinense la raya al medio y pongan en el tocadiscos
Suspiros de España: ”¿Benditos peñascos de la árida isla de Perejil, que nos ha devuelto el honor de nuestro gentilicio! La chulería oportunista de la sanguinaria monarquía alauita [...] la ha sabido cortar en seco un resolutivo Aznar, cosa que profundamente agradecemos.”