El guionista hastiado (pobre) está cansado del buenismo del humor en la televisión española y reivindica las Parodias y sketches con más mala uva: “Y es que seguramente estoy equivocado, pero yo siempre digo que si cuentas un chiste en alto y alguien se cabrea, probablemente es que es bueno. Yo creo que el humor debe agredir, criticar, cizañear, espolear conciencias, desacralizar postines y torpedear los mecanismos represivos y las convenciones sociales de cuchufleta. ¿Por qué? Pues porque es una manera de PENSAR (aparte de que es muy divertido).
En este país nuestro, cachis la mar, vivimos una época de cierto recato humorísitico en el que lo políticamente correcto impera, y cada vez es más difícil que te dejen descalificar a alguien a borbotones. Me pregunto qué sería ahora de “Martes y Trece” si emitieran por primera vez su sketch de “mi marido me pega”. No es que sea el mejor gag del mundo, pero me parecería bien que se pudiera emitir sin que hordas de censores se levantaran en armas (ya fueran de los fachosos o de los supuestos librepensadores, que censores los hay en las mejores familias).”