Martín Gómez, el fácil acceso a contenidos digitales y nuestra sed de acumulación: “Bajo estas circunstancias los libros, los discos o las películas tienden a perder el sentido para todo el mundo salvo para los aficionados y coleccionistas que aprecian el valor simbólico del objeto y que no se contentan con tener sólo el contenido que hay consignado en ellos. Considero que el hecho de que estos bienes culturales ya no tengan mayor valor simbólico para el gran público tiene su lado positivo, que es su capacidad de desestabilizar y debilitar a los grandes grupos multimedia que mediante el ejercicio de su posición dominante en el mercado no sólo recurren a prácticas orientadas a eliminar a sus competidores, a homogeneizar la oferta y a nivelar por lo bajo la calidad de ésta, sino que también aprovechan su rol de intermediarios para quedarse con el grueso de las regalías que genera el trabajo de escritores, compositores, directores, cantantes y actores.” [Ref.: Con Valor ]