Nuestro presidente, el Sr. Aznar, es como esos niños que cuando pierden dicen, Ya no juego, y como la pelota es mía, me la llevo y así tampoco podéis jugar vosotros. Y pensában algunos que la derecha española había llegado a una cierta madurez democrática, o política en general. Javier Tusell escribe sobre este asunto con algo más de elegancia que yo, sin llamar llorón al presidente, o casi, en
El caso del concursante renuente.