Julen Iturbe crea, con mucha mala baba, una tipología de las personas que trabajan en una empresa en función de su relación con la «web social»: “La dirección, el equipo directivo. Aquí encontramos estos estereotipos: 1. El torpe y que no quiere, que incluso muestra en ocasiones con orgullo su estupidez. No sabe y se vanagloria de que no sabe. Ve en su torpeza digital una ventaja competitiva ya que no la caga con ningún powerpoint. Simplemente, no sabe hacerlos. 2. El torpe, pero que quiere dejarlo. Es consciente de su torpeza y quiere dejar esa droga, pero le cuesta horrores. Cabe la posibilidad de que recurra a su hijo pequeño, pero como no se lleva muy bien con él, sufre más aún. Hay que tener paciencia, porque reconoce su enfermedad y eso siempre es un buen predictor de recuperación. 3. El torpe y que no lo sabe, potencial destructor de consecuencias imprevisibles. A su evidente torpeza une una cerrazón completa para admitirlo. La gente al verle empieza con sonrisitas socarronas y acaba con mofas de escándalo. Peligroso, muy peligroso.” La empresa, territorio inhóspito para la web social.