Manuel Castells, La cuestión turca: “La crisis actual parece pues superada, pero el conflicto latente no está resuelto. Porque lo que se enfrentan son identidades contrapuestas, enraizadas en distintos grupos sociales. El secularismo está vinculado al nacionalismo turco, otra forma de expresión identitaria, y es este nacionalismo el que fundamenta la posición del Ejército.
Se reproduce así la oposición central de todo Medio Oriente: nacionalismo contra islamismo, la nación frente a Dios. Eso es lo que fracciona a los palestinos entre Al Fatah y Hamas, lo que divide a los libaneses, lo que mantiene en tensión al nacionalismo egipcio contra los Hermanos Musulmanes, lo que motivó la revolución islámica de Irán contra el Sha y lo que enfrentó siempre a Sadam Hussein con el chiismo hasta que el genio de Bush permitió a este último sentar las bases de un futuro Estado islámico en Irak.
En Turquía este conflicto tiene también una componente de clase. Esquematizando: los pobres apoyan al islamismo y la clase media hace del secularismo su bandera y del Ejército su defensor. “