Juan Villacorta, Universo sin ley: “El premio Nobel de física Robert B. Laughlin afirmaba hace unos días en nuestro país que la naturaleza se organiza en estructuras de las que pueden emanar leyes y no al revés, como defiende la ciencia clásica. En su libro ‘Un universo violento’, lanza la provocación contra los puristas con la afirmación de que la ciencia está influida por sistemas de creencias de la misma forma que el resto de campos del conocimiento.
El físico de la Universidad de Stanford, que recibió el Nobel en 1989 «por el descubrimiento de una nueva forma de fluido cuántico con excitaciones fraccionalmente cargadas» —conocido como ‘efecto cuántico Hall’&mdash,, conjetura que «la organización colectiva crea leyes, que son la relación causa-efecto entre las cosas y su observación. Pensar que podemos deducir las cosas de otras más pequeñas es reduccionismo y la naturaleza no funciona así». Con ello, Laughlin nos habla de un universo que funcionaría como un socialismo en el sentido de que el universo no emanaría de un principio general, sino que «los grupos de principios se organizan y de ellos surgen las leyes». Laughlin está convencido de que el hombre no tiene poder matemático para descifrar la naturaleza, se suele pensar que la naturaleza es como una máquina, pero no lo es, tiene su propia personalidad.”