Vilma Fuentes se lamenta de la desaparación de la influencia de los intelectuales en la política francesa: “En efecto, desde hace poco más de 30 años que llevo en Francia, he visto la substitución de los intelectuales por las estrellas de cine, televisión, deportes. Todavía François Mitterrand recibía a algunos escritores, casi en secreto. No porque quisiera esconderlos, al contrario, hacía exhibición, pero ya no ocupaban un buen lugar en la prensa escrita, menos aún en los medios audiovisuales. Jacques Chirac lee, ahora sí que en secreto, los poemas de René Char. Pero la intelligentzia de izquierda no parece aliviarse aún del traumatismo de la caída del comunismo y del muro de Berlín. La intelligentzia de derecha había muerto desde la Segunda Guerra Mundial, y con justas razones. Para ser inteligente en Francia era necesario ser de izquierda. Aujourd’hui, la situation est moins claire.
Tal es el monopolio del pensamiento francés desde hace 60 años. ¿Los ganadores? Cantantes, cómicos, deportistas y demás fauna televisiva es humanitarista: venden discos, casettes, boletos con la promesa de un porcentaje a beneficio de… damnificados de un tsunami, un temblor, huérfanos, viudas, ancianos… Tal es el cortejo de los candidatos, Sarkosy o Royal.” Los intelectuales y el poder.