Juan José Millás escribe sobre los cánones: “De lo que no estamos seguros es de quién marcaba ese ideal. Ahora lo marcan los modistos y se expresa en las tallas que encontramos en las tiendas de moda. Si usted no entra en esas prendas, usted está fuera del canon. Se podría decir de un modo más caritativo: por ejemplo, que usted pertenece a otro canon. Pero no somos dados a crear cánones alternativos. En la sección de las tallas grandes, por ejemplo, no se respira glamour ninguno porque ahí no hay ningún ideal, sólo ropa de batalla. Por eso también llamamos minusválidos o deficientes a los que son distintos. Si hubiera tantos cánones como individuos, el mundo sería más amable.
Pero entonces tampoco habría canon, dirán algunos. Es cierto, no habría canon, y quizá no se pueda vivir sin él, aunque sea para llevarle la contraria.” Canon y lista.