“Queremos disfrutar de la paz y lo logramos cada vez mejor a medida que aumenta la eficacia de nuestras técnicas; pero, todo ello, en la tibieza de un mundo donde se moderan el cálculo, el temor y la benevolencia. La violencia es mantenida a raya, reprimida o contenida por las ritualizaciones, las reglas, las normas y los dispositivos de gestión. Un inmenso aparato de controles enmarca y estrecha la existencia prometiendo una seguridad siempre mayor. Esta promesa de seguridad hace nacer enormes expectativas. En un mundo tan bien organizado resulta escandaloso que aún se derrumben los puentes o que unos fanáticos secuestren aviones o asesinen a turistas inocentes. Las rupturas en las expectativas son tanto peor vividas por cuanto todo debería funcionar a la perfección. Por lo tanto, harán falta aún más normas, controles y técnicas.” Yves Michaud:
Sobre la violencia.