República y Monarquía: “Hay quien justifica la existencia de las monarquías actuales en un supuesto ahorro en gastos electorales, o en la estabilidad que puede conferir a un régimen, la continuidad dinástica. En nuestro país concretamente algunos prefieren ignorar el tema, por una sencilla cuestión de inercia, o de agradecimiento, en base a las supuestas cualidades diplomáticas, que se le atribuyen al rey, o a su papel durante el golpe del 23-F.
Sin embargo muchos, aunque transijan, lo encuentran, como mínimo, incongruente, y recuerdan que fue Franco quien, tras dejarlo todo atado y bien atado, trajo de vuelta una monarquía, que asumida por nuestra Constitución, se ha convertido en la mayor de sus contradicciones, desde el momento en que marca la diferencia entre el común los ciudadanos —que podemos votar y ser votados— y los Príncipes herederos, que son los únicos que, lejos de la igualdad de oportunidades preconizada en el texto, pueden llegar a se Reyes.”