Dejando al margen la obsesiva reiteración del sintagma “en términos de”, el trabajo de Aurèlia Mañé Estrada y Alejandro V. Lorca Corrons es un interesante análisis de las fuerzas energéticas y las relaciones entre España y el Magreb: “Ambos aspectos permiten pensar en España como un actor regional con poder y capacidad de actuación en el espacio geo-energético hispano-magrebí, parte de uno más amplio europeo. Cuando introducimos en el análisis a los otros actores de este espacio, las empresas, esta idea se refuerza. Esto debería querer decir que en términos potenciales España dispone de elementos para ser un actor con poder y relevante en un futuro escenario energético regional. Es decir, un agente con capacidad de negociación en el ámbito energético europeo. Así, esta opción podría convertirse –para España– en una de las grandes bazas a la hora negociar en el contexto energético europeo, pero ello dependerá de si se crean nuevas conexiones con Europa, de cuáles van a ser las infraestructuras gasísticas y eléctricas que se ubiquen en los países del Magreb y de cuál sea la capacidad de absorción del mercado ibérico.” África del Norte: su importancia geopolítica en el ámbito energético.