Entrevista al sociólogo norteamericano James Petras “De esta manera el libre comercio que busca imponer Washington terminará copando las funciones estatales, consolidando un poder político cuyo objetivo es la exclusión de Europa y Japón como competidores de Estados Unidos, marginando también a los productores locales de América Latina, absorbiendo además los servicios de salud y educación que quedan en manos de los gobiernos nacionales de los países de esta región y como si esto fuera poco, está la posibilidad de utilizar los ejércitos latinoamericanos más allá de las fronteras como los gurkas en los famosos ejércitos de Inglaterra. Ello además posibilitaría el reclutamiento de soldados de Suramérica a partir de los conflictos mundiales para ponerlos a hacer trabajo bélico. En síntesis podría indicar que el libre comercio es una política extremista porque acaba de un tajo con la soberanía de estas naciones, al tiempo que propende por la protección de más de cincuenta sectores de la economía norteamericana que no son competitivos.”