Este Manifiesto pide el fin de la confrontación partidista en España y la aplicación de todos los partidos políticos a una política serena, plenamente democrática responsable; alude principalmente a la deriva alucinógena del PP(Partido Popular), pero tiene la virtud de responsabilizar a todo el mundo en mayor o menor medida: “Una situación de esta naturaleza no debería, en nuestra opinión, conducir al Gobierno a una actitud de confrontación, pero sí a una exigencia de liderazgo y de capacidad de propuesta. Una parte no desdeñable de la ciudadanía está confusa y es obligación de los gobiernos poner remedio al desconcierto. No es bueno olvidar que cuando la manipulación o incluso la mentira encuentran eco en las personas, ello obedece, generalmente, a una insuficiencia de claridad y de capacidad de comunicación por parte de aquellos que administran la cosa pública.”