La traducción del artículo de The Economist es débil, pero resulta interesante este acercamiento a las nuevas empresas de ámbito internacional que surgen desde países en vías de desarrollo: “Los recién llegados tienen ventajas en comparación con las viejas empresas, que no tienen el peso de los legados acumulados por sus rivales. Infosys, de hecho, se ve como más ágil que IBM, porque cuando toma una decisión no tiene el peso de las opiniones de cientos de ejecutivos bien pagados en Armonk, Nueva York. Eso, a cambio, puede ser la diferencia en una búsqueda de talento. Las multinacionales occidentales habitualmente descubren que la mejor gente local se va hacia un rival común tan pronto como son entrenados, porque las posibilidades de llegar a lo más alto se ven mejores en una empresa local.
Sin embargo, las ventajas de los recién llegados no son irresistibles. Por ejemplo, tome la diferencia en la ética de la compañía que preocupa a muchos de los administradores del mundo rico. Ellos temen envolverse en una carrera hacia el fondo con rivales que no tienen el peso de sentimientos adecuados hacia sus accionistas y clientes domésticos y, por ende, ven más posibilidades de ser golpeados.” Entra en escena una nueva generación de multinacionales.