Terry Jones ironiza sobre los dobles raseros a la hora de medir las actuaciones de unos u otros países, en este caso respecto de Irán y los prisioneros británicos: “También es inaceptable que se les haga hablar a estos presos británicos en la televisión y decir cosas de las que puedan arrepentirse luego. Si los iraníes les pusieran cinta americana en la boca, como nosotros hacemos con nuestros prisioneros, no podrían hablar en absoluto. Naturalmente, es probable que también les sea incluso más difícil respirar —especialmente con una bolsa sobre sus cabezas—, pero al menos no se les humillaría.
¿Y qué es todo eso de permitir a los cautivos escribir cartas a sus casas diciéndoles que están bien? Ya es hora de que los iraníes se adapten al resto del mundo civilizado: deberían permitir a sus presos la privacidad de las celdas de aislamiento. Ese es uno de los muchos privilegios que los EEUU conceden a sus prisioneros en la Bahía de Guantánamo.” ¿Es esto humillación?.