Hace años le oí decir a Rodrigo Rato que el Gobierno incentiva y desincentiva actividades y actitudes en la población por medio de los impuestos. Si es así, ¿entonces la cosa es desincentivar el trabajo y la agregación de valor? Y con la nueva ley de patrimonio, ¿se trata de incentivar el rentismo? Parece como un retorno al hidalguismo del siglo XVII, ¿no? Juan Francisco Martín Seco: “El Impuesto sobre el Patrimonio tiene sentido tanto en un Estado liberal como en un Estado social En el primero, porque una de las principales razones de su existencia, por no decir la principal, e garantizar y defender el derecho a la propiedad y los bienes de los propietarios. No es de extrañar, po tanto, que Locke se convirtiese en el primer defensor de este impuesto, ya que parece lógico que sea precisamente los propietarios los que contribuyan en mayor medida a los gastos del Estado.” Y ahora, el Impuesto sobre Patrimonio.